EDUCAR BIEN CON TOMÁS DE ANDRÉS TRIPERO

11 jul 2007

NIÑOS CAPRICHOSOS Y ANIMALES ABANDONADOS

Con el verano y las vacaciones surge un problema inesperado: ¿Qué hacer con las mascotas que se regalaron a los niños por navidad o con motivo de un premio o un cumpleaños. En algunos casos la solución, si a eso le podemos llamar solución es el abandono del pobre animal, que aclimatado a vivir en familia tiene escasas posibilidades de sobrevivir fuera de ese ámbito.

Le prometí a nuestra amable lectora Carmen, de la asociación protectora “prodean” tratar este tema en el blog y así lo hago. Incluso ella me ha facilitado algunas ideas interesantes que nos pueden ayudar a comprender el problema.

Es verdad que el abandono puede ser más o menos cruel, no es lo mismo dejar el animal al amparo de una protectora que de una simple perrera, mucho peor si la calle es el destino fatal. Pero en cualquiera de los casos el sufrimiento psicológico del animal está garantizado. Sí, hay una psicología animal, y los animales, especialmente los perros, pueden padecer angustia, tristeza y depresión, más aún si les hemos amoldado a nuestras formas de ser, actuar y de sentir.

Puede que al niño se le haya pasado el capricho y que no sienta especialmente esa desvinculación, en ese caso nos encontraríamos con el problema de una mala educación que incluye la falta de responsabilidad con un ser vivo, o puede que el niño sienta dolorosamente la pérdida de su mascota y en este caso estaremos haciendo un daño psicológico doble. En el caso concreto del niño provocaremos en él una especial angustia de separación.

Si un niño se encapricha con algún animal los padres tienen que hacerle ver, y sentir, que está adquiriendo la importante responsabilidad de cuidarlo en las mejores condiciones posibles. Un animal no es un simple objeto de consumo y como ser vivo es portador de derechos y necesidades. “El animal – nos dice Carmen – puede acabar pagando el capricho del crío”, “Se dan antojos a los niños, pero luego los padres son incapaces de hacerles asumir la responsabilidad de cuidar del animal”.


Los niños han de aprender a comprender, conocer y respetar plantas y animales. También las cosas. Han de educarse en el respeto de la naturaleza que es la mejor garantía para comenzar a aprender hábitos de convivencia y de paz.

Hay que meditar, prever y considerar las consecuencias del acto de acoger una mascota, más allá del mero antojo pasajero ya que se trata, en realidad, de ampliar significativamente la familia que va a ser el medio natural en donde va a desarrollar su existencia.

Los animales, especialmente los perros, pueden ser unos excelentes compañeros de juego de los niños y como compañeros fieles y afectuosos forman parte activa y significada de la familia, con la que comparten vicisitudes, alegrías y tristezas.

El abandono es a fin de cuentas una forma cruel de violencia ya que las posibilidades de sobrevivir en un medio adverso y desconocido, para el que el pobre animal no se encuentra preparado, va a resultar muy difícil.

Animales abandonados en lugares de tránsito pueden incluso llegar a provocar accidentes a otros seres humanos.

Las especies exóticas, trasladadas caprichosamente de su entorno natural originario, pueden invadir y crear auténticos desastres medioambientales.

Los animales salvajes dependen de su entorno propio y los domésticos de su estricto entorno familiar. El conocimiento de las costumbres y de los hábitos de las especies animales, eso a lo que se le llama “etología” debería de formar parte de los conocimientos adquiridos en la infancia escolar.

Hay que amar a los animales pero también hay que decir que esa pasión no ha de olvidar el respeto y el afecto por los seres humanos de buena fe.

Hay que cuidar, en efecto, a los animales y también a los niños, niños que en algunos casos desgraciados padecen también en formas diversas el abandono y el desamparo. Hay animales de ricos propietarios, o no tan ricos, que viven mucho mejor y se alimentan mejor que millones de niños en el planeta. Esa debería ser también una cuestión para la reflexión.


1 Comments:

At 11:44, Anonymous Anónimo said...

hola he leido su articulo y me parece muy interesante y original y lo que esta diciendo es cierto.Yo tengo tres peces y el problema es que tengo unas vacaciones muy largas y no se donde dajarlas si tiene usted una solucion aviseme , gracias.

 

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